Gestión empresarial en relación con la crisis provocada por el COVID-19

El COVID-19, como era de esperar, ha introducido cambios en las certificaciones, de modo que los manuales de las empresas certificadas deben adaptarse a esta nueva situación. Para ello, tanto IFS como BRCGS han publicado guías para la adaptación de los sistemas de gestión.

La International Food Standard, IFS, publicó en mayo de 2020 la 1ª versión de la Guía sobre la gestión de crisis en relación con el COVID-19, cuyo objetivo es dar pautas para adaptar el procedimiento de gestión de crisis a la situación actual. Se divide en varias secciones:

1. Contar con un marco establecido para manejar la situación de manera más efectiva. La empresa debe ser consciente de los peligros que desencadenan la crisis y el riesgo potencial resultante con el fin de garantizar una preparación adecuada e implementar medidas para mitigar el riesgo en caso de verse afectado. Por lo tanto, se deberá contar con un procedimiento actualizado para recibir información sobre avances relevantes relacionados con el COVID-19 que se tomarán como base para una evaluación y decisiones adicionales que sea necesario realizar en el sistema de gestión o APPCC. El sistema debe incluir la salud de los empleados y medidas preventivas de higiene.

Se debe mantener el equipo de gestión de crisis claramente definido, incluyendo los cambios en la organización, teniendo en cuenta todos los puestos clave y los puestos a sustituir en caso de ausencia. Todo el personal debe estar debidamente formado/informado en las novedades en cuanto al COVID-19, y se debe contar con las herramientas necesarias para poder llevar a cabo reuniones de seguimiento.

2. Identificar y evaluar los posibles procesos de riesgo para la empresa. Se debe asegurar que la pandemia del virus se ha evaluado como una posible situación de emergencia y que se describe en el procedimiento para la gestión de crisis. Teniendo en cuenta dentro de la evaluación los siguientes aspectos que pueden resultar críticos:

  • Infraestructura, recursos de personal y delegación, marco para recibir información en situaciones de crisis , comunicación interna / externa, capacitación, responsabilidades del personal.
  • Revisión del producto interno / Sistema de gestión de la inocuidad y calidad de los alimentos.
  • Cambios en la cadena de suministro / compra de productos y servicios y procesos de producción.
  • Posibles cambios en las especificaciones, fórmulas, recetas y acuerdos con clientes.
  • Higiene personal, enfermedades infecciosas e instalaciones sanitarias / de personal.
  • Medidas relativas a los protocolos de higiene y desinfección.
  • Diseño de la planta, equipo, evaluaciones del lugar de trabajo.
  • Producto y flujos personales, comportamiento social.
  • Evaluación de fraude de productos / alimentos y planes de mitigación.
  • Análisis de producto / controles y frecuencia de los mismos.
  • Seguridad del sitio y política de visitantes.

3. Definir y aplicar procesos para mitigar y controlar el riesgo identificado. Se debe desarrollar un plan de acción que tenga en cuenta todas las menciones del punto anterior y además la política corporativa, estructura y gestión de los recursos humanos, subcontratas, inspecciones in situ y auditorías internas.

4. Verificar, evaluar y revisar los procesos establecidos. Se debe aprovechar la oportunidad de evaluar los procedimientos de emergencia en caso de que haya detectado un empleado positivo para COVID-19 (incluso en caso de duda). Además, es altamente recomendable que se realice una revisión del procedimiento de crisis, incluso si la empresa no se vio gravemente afectada, de manera que asegure lo siguiente:

  • Se dispone de un sistema para obtener información relevante durante la crisis y la lista de información está actualizada.
  • No faltan funciones relevantes en el equipo de crisis (actualizado el equipo de crisis y emergencia después de la crisis).
  • Se analizan las medidas tomadas en relación a la crisis de COVID-19, verificando que están dentro de la revisión por la dirección después de la crisis.
  • El equipo de crisis identifica las deficiencias (por ejemplo, la falta de instalaciones para lavarse las manos), tomando acciones correctivas que deben ser seguidas en los próximos meses.

Por su parte, el British Retail Consortium, BRCGS, publicó en abril del 2020 un Manual para la Gestión de la Seguridad Alimentaria durante COVID-19, el cual cuenta con pautas similares a la homóloga de IFS. Por tanto, se debe tener en cuenta la necesidad de que gerencia mantenga reuniones frecuentes para tratar las novedades relativas al COVID-19, que haya acceso a las fuentes de información y que exista una comunicación efectiva a todo el personal. Es necesario evaluar todos los cambios que puedan afectar al análisis APPCC, abarcando todos los prerrequisitos y manteniendo los PCC bajo control. Otro punto a tener en cuenta es la revisión del programa de auditorías internas en base al riesgo haciendo hincapié en los PCC e higiene del personal e instalaciones.

Se debe contemplar la posibilidad de que surjan nuevos proveedores y la aprobación de materias primas, así como su control y análisis. Además, se debe enfocar el manejo la comunicación con los clientes, tener en cuenta la seguridad del establecimiento y el Food Defense.

Además, de todos los cambios que trae el COVID-19, está previsto que en junio de 2020 se publique la 7ª edición de IFS Food, la cual también introducirá cambios en el sistema de gestión. Como parte de programa de formación que desarrolla ANFACO-CECOPESCA se cuenta con que en julio de este año se impartirá un curso oficial de la nueva versión del estándar.

Desde el área de Asistencia Técnica y Cooperación Internacional de ANFACO-CECOPESCA, se ofrecen servicios de apoyo para la adaptación de los sistemas de gestión a la situación provocada por el COVID-19, así como, para la el desarrollo de un procedimiento adecuado de gestión de crisis que cubra todas las necesidades de las normas de seguridad alimentaria.

Entre los servicios ofertados también se encuentra la realización de auditorías internas, parciales y de tercera parte, basadas en principios APPCC; así como, en normas de seguridad alimentaria bajo el marco GSFI (IFS, BRC, FSSC 22000) y FDA. Además, se ofrece servicio de elaboración de manuales de todas las normas anteriormente citadas, así como, de certificaciones de sostenibilidad medioambiental (APR, MSC, FOS…).

Para ello, cuenta con personal técnico formado y con experiencia en el sector pesquero, el cual se mantiene actualizado de todas las revisiones de las normas y de cualquier cambio que pueda afectar a las mismas.

En definitiva, en esta próxima “nueva normalidad”, seguimos con el objetivo de ofrecer un servicio de máxima calidad que pueda cubrir las demandas más exigentes de nuestros asociados y clientes, ofertando los servicios de siempre y adaptándolos las nuevas necesidades.

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