Ocasionalmente leemos en la prensa casos en los que se compromete la salud de los consumidores debido a la falta de información en el etiquetado de un alimento. Sin ir más lejos, durante los primeros días de este año 2019, la Red de Alerta Alimentaria de la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (AECOSAN) ha publicado 4 alertas por presencia de alérgenos no declarados en alimentos.

En general, en los últimos años se ha experimentado una tendencia al alza en el número de notificaciones publicadas en el Sistema Europeo de Alerta Rápida para Alimentos y Piensos (RASFF) por alérgenos, lo que significa que los mecanismos de control de este tipo de sustancias en los alimentos se han incrementado progresivamente. A continuación, describimos por qué es tan importante diseñar correctamente la información que contienen las etiquetas de los alimentos.

Es un derecho del consumidor. Los consumidores tienen derecho a conocer la composición de los alimentos que consumen, tanto para poder tomar decisiones al respecto, como para proteger su salud. Precisamente, la protección de la salud de los consumidores es el objetivo más importante que se persigue con el correcto etiquetado. Las alergias e intolerancias alimentarias afectan en Europa a más del 2% de la población. Según datos de la Comisión Europea, se estima que unos 17 millones de personas sufren algún tipo de alergia alimentaria, de los cuales el 20% son menores de 25 años. Es por ello que la correcta identificación y detección de los alérgenos representa uno de los mayores desafíos de la industria alimentaria. Por otra parte, la información relativa al contenido de grasas, azúcares o sal de un alimento deben estar también disponible para que el consumidor pueda decidir sobre lo que considere más adecuado para su dieta.

Lo exige la legislación. El Reglamento 1169/2011 de la Comisión Europea determina que, para garantizar el derecho a la información de los consumidores, se debe velar porque estén debidamente informados respecto a los alimentos que consumen. La información obligatoria que se debe incluir en el etiquetado consiste en el valor energético y las cantidades de grasas, ácidos grasos saturados, hidratos de carbono, azúcares, proteínas y sal. Esta información se puede completar con otras sustancias según establece el reglamento, como ácidos grasos mono- o poliinsaturados, vitaminas, minerales y/o fibra alimentaria. Otro aspecto a tener en cuenta son las unidades de expresión de resultados, ya que el etiquetado debe incluir la información por cada 100 gramos o 100 mililitros, para que los consumidores puedan comparar alimentos. Además, deben indicarse todos los ingredientes que puedan causar alergias o intolerancias mediante un tipo de letra que los diferencie claramente del resto de ingredientes. Si no hay tal lista de ingredientes, se utilizará la palabra “contiene” seguida de la sustancia en cuestión.

Para poder reflejar toda esta información de manera precisa es imprescindible llevar a cabo análisis rigurosos para la detección de dichos componentes, tanto en los alimentos como en las instalaciones de producción y de almacenaje de las materias primas. En este sentido, el Área de Tecnología Analítica de ANFACO-CECOPESCA ha sido reconocida por la Entidad Nacional de Acreditación (ENAC) con los Programas de Acreditación “Ensayos para información nutricional obligatoria conforme al Reglamento CE nº 1169/2011, en alimentos” y “Ensayos de Gluten y Alérgenos en Alimentos”. El objetivo del primero es aportar  información  clara  al  mercado  en  el  ámbito  del  citado reglamento,  y  en  su  caso,  a la autoridad competente, de los laboratorios que están acreditados en la totalidad de los ensayos requeridos para la información nutricional obligatoria del etiquetado de los alimentos; mientras que en el caso del segundo, el objetivo es la determinación de aquellas sustancias o productos que puedan causar alergias o intolerancias y que es necesario declarar en el etiquetado para dar cumplimiento al correspondiente reglamento.

Asimismo ENAC ha otorgado al Área de Tecnología Analítica de ANFACO-CECOPESCA una Lista de Ensayos Bajo Acreditación (LEBA) dividida en tres categorías: (1) detección de alérgenos y (2) detección de especies, ambas categorías aplicadas a alimentos para consumo humano, animal, y soportes; e (3) identificación de especies o géneros en alimentos para consumo humano y animal (excepto crustáceos y bivalvos diferentes al mejillón), y soportes; usando en todos los casos técnicas moleculares de última generación. Un LEBA es una lista abierta, que permite el análisis de cualquier especie encuadrada dentro de los grupos acreditados, en cualquier alimento presente en el mercado, y además permite emitir informes de ensayo con el sello ENAC, proporcionando valor añadido a dichos informes y validez técnica internacional. Estas acreditaciones o reconocimientos otorgados por ENAC se pueden consultar en el anexo técnico en vigor del Área de Tecnología Analítica de ANFACO-CECOPESCA disponible en www.enac.es.

La experiencia de ANFACO-CECOPESCA en el ámbito de los alérgenos transciende también al ámbito de la investigación y la innovación tecnológica, por medio de proyectos encaminados al desarrollo de productos innovadores, con nuevas formulaciones adaptadas a sectores de la población con alergias e intolerancias, y también mediante estudios sobre la aplicación de nuevas tecnologías de procesado, así como el desarrollo de soluciones para el control y eliminación de alérgenos en planta.

 Asimismo, a través del área de Asistencia Técnica y Consultoría, ANFACO-CECOPESCA pone a disposición del tejido empresarial servicios especializados enfocados, entre otras actuaciones, a la resolución de consultas sobre aspectos técnicos relacionados con el etiquetado y la normativa, y la realización de estudios de control de calidad y validación de procesos en instalaciones industriales, análisis de puntos críticos y actuaciones en planta.

ANFACO-CECOPESCA contribuye así a garantizar la seguridad alimentaria de los consumidores mediante esta oferta de servicios integrales, que sirven a las empresas para cumplir con sus obligaciones respecto al correcto etiquetado de sus productos.