La consulta pública se hace como un numerus apertus, permitiendo proponer la modificación del Real Decreto 1521/1984, pese a no ser objeto de la consulta, siendo una solución ágil en defensa de la información veraz al consumidor.
El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, tiene en su mano la posibilidad de adaptar el Real Decreto y prohibir por ley descripciones como “salmón vegano”, “Vegetarian Tuna” o “MerlVza” si no contienen un mínimo de dicha proteína marina en sus ingredientes.
El pasado 20 de junio, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación abrió una consulta pública previa sobre el proyecto de Real Decreto destinado a modificar y derogar diversas disposiciones reglamentarias en materia de calidad alimentaria, y entre cuyos objetivos había productos agrarios y ganaderos. La naturaleza abierta, numerus apertus, de la consulta permitía la inclusión de otras aportaciones. En este contexto, ANFACO-CECOPESCA ha aprovechado la oportunidad para proponer una modificación del Real Decreto 1521/1984, que regula la Reglamentación Técnico-Sanitaria de los Establecimientos y Productos de la Pesca y Acuicultura destinados al Consumo Humano.
Sin contravenir las disposiciones del Reglamento europeo de información al consumidor (1169/2011), la propuesta de ANFACO-CECOPESCA busca facilitar la labor inspectora de las Comunidades Autónomas mediante la inclusión de un nuevo artículo en el Real Decreto 1521/1984. Concretamente:
“Las denominaciones recogidas en el Anexo 4 del presente reglamento, así como la evocación de las mismas, quedan reservadas exclusivamente para productos que contengan ingredientes provenientes de la pesca y acuicultura de forma principal y según el listado.
Del mismo modo, las definiciones incluidas en los artículos 3 y 4 serán igualmente de uso exclusivo para productos que contengan ingredientes provenientes de la pesca y acuicultura, salvo que estos estén autorizados en otros productos bajo su legislación específica.”
Esta modificación garantizaría que no se utilicen “denominaciones descriptivas” confusas por ley, tales como “salmón vegano”, “vegetarian Tuna” o “MerlVza”, así como las presentaciones características de los productos pesqueros, por ejemplo: “anilla”, o “rodaja”.
Desde ANFACO-CECOPESCA se anima al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación a que tome la iniciativa en la defensa de una información leal al consumidor, que no induzca a error, así como que impulse la coordinación de las Comunidades Autónomas en su actividad inspectora, existiendo ya elementos legislativos, y sumándose la reciente Directiva UE 2024/825 en lo que respecta al empoderamiento de los consumidores para la transición ecológica mediante una protección contra prácticas desleales. Precisamente, dichos productos veganos de imitación utilizan en ocasiones herramientas de “greenwashing”, presentes en su publicidad y etiquetado, argumentando la defensa del medio ambiente.
Mientras se espera a un desarrollo del acto delegado establecido en el artículo 36 del Reglamento europeo de información al consumidor sobre productos veganos, la propuesta de ANFACO-CECOPESCA se presenta como una medida ágil e inmediata para proteger al consumidor español y mantener la transparencia y claridad en el mercado alimentario, evitando confusiones y garantizando que los ciudadanos puedan tomar decisiones informadas sobre los productos que adquieren.
Finalmente, dicha actuación se enmarca dentro de la iniciativa #CadaCosaPorSuNombre, en la que participan ANFACO-CECOPESCA, ANICE, AVIANZA y CEDECARNE, como las entidades asociativas más representativas de la proteína de origen animal en España, y que ya ha cosechado sus primeros éxitos promoviendo la sensibilización de la Administración y la opinión pública, a través de informes y reuniones.
En palabras de Roberto Alonso, Secretario General: “Esta acción ha sido promovida por el equipo técnico y jurídico de ANFACO-CECOPESCA aprovechando la ocasión para demostrar nuestro convencimiento con la necesidad de ordenar los productos veganos en España, de tal forma que eviten la publicidad desleal, la confusión del consumidor y un desplazamiento de patrones dietéticos afianzados, como la dieta mediterránea. Esperamos que el Ministerio tome buena nota de la recomendación, y actualice el Real Decreto 1521/1984 como una excelente oportunidad para defender a los consumidores españoles y al sector pesquero en su conjunto”.