Ante el lanzamiento de productos tipo “atún vegano”, o similares:
“Roberto Alonso, Secretario General: Este tipo de productos veganos no pueden considerarse un referente de sostenibilidad. Además, promueven mensajes contraproducentes en la sociedad que podrían llevar a desequilibrios en la dieta, eliminando el consumo de pescados y mariscos necesarios por su aporte de nutrientes esenciales, como los omega–3.”
Irrumpen en el mercado productos “aptos para veganos”. Son derivados de proteínas vegetales elaboradas (pudiendo ser asimilables, en algunos casos, a los ultraprocesados) que imitan la apariencia de presentaciones de pescados y mariscos, con la pretensión de desplazarlos de las preferencias del consumidor. Pero no son lo mismo. De manera no explícita, pero si sugerida y amplificada por ciertos medios de comunicación, se presentan estos productos como ventajosos en el ámbito de la salud, el ambiental e incluso bajo una perspectiva ética. Es lógico preguntarse qué son y que implica la sustitución de los productos a los que imitan.
- ¿Qué es un producto vegano? ¿Cómo se informa al consumidor?
Hay que recordar que la normativa en materia de información alimentaria para el consumidor aplica por igual a las menciones que aporta el envase o embalaje de productos cómo a la publicidad de este. En ese ámbito están sujetos a las Prácticas informativas leales expuestos en el artículo 7º del reglamento UE nº 1169/2011, centrados en no inducir a error al consumidor sobre las características del alimento como, naturaleza y propiedades que puedan presentarse como diferenciadoras de ese alimento.
Hasta la fecha, no existe una definición jurídicamente vinculante de los términos «alimento apto para veganos» y «alimento apto para vegetarianos». A efectos del etiquetado de estos alimentos, el Reglamento de Información Alimentaria (UE) No. 1169/2011 requiere que la Comisión Europea emita un acto de implementación de la información alimentaria voluntaria relacionada con la “idoneidad de un alimento para vegetarianos o veganos”. A la espera de esa definición legal, países como Francia han prohibido la mera alusión, aunque sea a efectos de imitación, a productos de origen animal cuya denominación de venta este regulada por normas, como sería el caso de las conservas de atún/bonito y sardina/tipo sardina, sujetas a normas comunes de comercialización en la UE. En este ejemplo, el incorrecto uso de la denominación de venta “atún” implica actuar en disconformidad con las normas comunes de comercialización de la Unión Europea para conservas de atún/bonito (Reglamento (CEE) nº 1536/92) que garantiza la correspondencia entre la especie científica del pescado utilizado y la denominación de venta, entre otros aspectos de calidad.
Por tanto, desde ANFACO-CECOPESCA solicitamos una revisión de la normativa comunitaria, o una solución temporal a nivel nacional, que asegure que los términos comerciales para pescados y mariscos, como “atún”, solo se utilicen para productos que contengan exclusivamente atún. Los precedentes de protección de los productos lácteos y avícolas frente a símiles de origen vegetal son una base jurídica que fundamenta una protección similar para el pescado y sus productos derivados.
- Ni más sostenibles, ni más saludables.
Debe recalcarse que los productos del mar comercializados en nuestro país cumplen con la normativa comunitaria, que implica una sostenibilidad de los recursos pesqueros en su propia concepción al amparo de la Política Pesquera Común. Además, de todas las fuentes de proteínas disponibles, son los alimentos del mar los que presentan menor huella de carbono. En cualquier caso, la alusión al carácter vegano de un producto no es la base para sostener alusiones a la sostenibilidad más o menos explicitas.
Los pescados y mariscos aportan un alto contenido de proteínas, que contribuyen a la conservación de la masa muscular y de los huesos en condiciones normales. El pescado, por su alto contenido de ácidos grasos omega 3 (EPA y DHA), ayuda a mantener una tensión arterial normal, niveles normales de triglicéridos en sangre y al funcionamiento normal del corazón. El pescado es rico en oligoelementos reguladores de las funciones vitales como la vitamina B3 (niacina) y B12 (cobalamina) y minerales como selenio, fósforo, iodo y zinc. Asimismo, se ha demostrado que la matriz alimentaria conformada por el pescado facilita la asimilación de estos nutrientes amplificando el carácter saludable del pescado.
No debe tomarse a la ligera la sustitución de un componente tan destacado como el “pescado”, por productos vegetales sin valorar el efecto que esto ejerce sobre la dieta o los desequilibrios que puedan darse en déficit de consumo. La comparación de las etiquetas nutricionales del pescado y los productos veganos de imitación, clarifican de que se tratan de productos de naturaleza, composición y propiedades nutricionales muy diferentes y nunca sustitutivas.
Por ello, desde ANFACO-CECOPESCA solicitamos la revisión de la normativa de etiquetado, a fin de dotar de una información veraz a la ciudadanía, que les proteja de adoptar decisiones alimenticias erróneas mediante elementos de “greenwashing” que dichos productos veganos suelen aprovechan.
Solo mediante una información veraz y una competencia leal entre operadores, se asegurará un marco alimentario sostenible, seguro y nutritivo.