Así se celebrarán
reuniones con la Dirección General de Asuntos Marítimos y Pesca (DGMARE), la
Dirección General de Comercio (DGTRADE) y la Representación Permanente de
España ante la UE. Durante las mismas se tratarán una serie de temas que en la
actualidad son muy importantes para dicho sector y que afectan a su
competitividad, viabilidad económica y dimensión social. Entre ellos, cabe
resaltar la necesidad de asegurar el abastecimiento
de materia prima para la industria transformadora de productos del
mar, y en concreto para la industria de conservas de atún, puesto que ante la
tendencia de la liberalización de los productos a base de atún en los Acuerdos
Comerciales de la UE con Terceros Países, es necesario establecer un incremento
del nuevo contingente erga-omnes de lomos de atún, en el marco de las
negociaciones que se llevarán a cabo para la apertura y gestión de contingentes
arancelarios autónomos para productos de la pesca en el periodo 2019-2021.
Esto permitirá la
disponibilidad de esta materia prima tan importante para la industria de
conservas de atún a lo largo del año, reforzando la competitividad de esta
industria, que tendría su reflejo positivo en sus niveles de producción, así
como de generación de empleo y valor añadido en territorio de la UE e incluso,
se reforzaría su capacidad de internacionalización, incrementando sus niveles
de exportación a otros mercados.
La conserva de
atún es para los principales países productores de la UE el motor de toda su
industria conservera, ya que, si tomamos las cifras del principal país productor,
España, la conserva de atún representa más del 65% del total de su producción,
convirtiéndose así en el producto del cual depende la competitividad y
viabilidad socioeconómica de toda su industria. Una industria que emplea de
forma directa a más de 15.500 trabajadores, con una tendencia de crecimiento
positivo durante los últimos años.
Igualmente se expondrán
las inquietudes del sector respecto a la posible
reanudación de las negociaciones para la celebración de un Acuerdo de Libre
Comercio entre la UE y Tailandia, las cuales tienen una gran
importancia para la competitividad y viabilidad futura de la industria atunera
de la UE, dado el grave impacto que podría tener de cara al mantenimiento de
los elevados índices de empleo que este sector sustenta en zonas del litoral
especialmente dependientes de la pesca y de la industria transformadora de
productos del mar.
Ello se debe a
que Tailandia es, a fecha de hoy, el principal competidor de la industria
atunera europea, por lo que cualquier concesión que eventualmente pudiera
realizar la Comisión Europea en el marco de estas negociaciones para el acceso
de las conservas y productos a base de atún procedentes de Tailandia al mercado
de la UE, podría afectar gravemente al futuro del sector en Galicia, España y
Europa.
Tailandia es un
país fuertemente competitivo en el sector de conservas y preparados de atún. Según
datos FAO, es el principal productor de conservas de atún a nivel mundial, con cerca
del 30% de la producción mundial. Con respecto a la UE, tradicionalmente ha
sido uno de los principales exportadores de conservas y preparados de atún, incluso
sin gozar de preferencias arancelarias totales en su acceso al mercado de la
UE. En los últimos años, se ha reducido el peso de Tailandia en relación con
los principales exportadores de conservas y preparados de atún a la UE, todo
ello debido a las graves deficiencias y problemas del país y su industria en el
ámbito sanitario, social y medioambiental.
Por ello, tanto
la industria atunera española como la industria comunitaria consideran
fundamental que la UE considere al atún como un producto sensible en estas
negociaciones, excluyéndolo del Acuerdo de Libre Comercio, como única medida
que garantizaría un equilibrio en el sector atunero mundial, sin comprometer la
supervivencia de la industria comunitaria.
De establecerse
un Acuerdo Comercial Bilateral entre la UE y Tailandia que incorpore las
preferencias comerciales a las que aspira Tailandia a nivel arancelario y de
derogación de normas de origen, ello supondría una grave amenaza para la
competitividad de la industria atunera comunitaria, a nivel tanto de industria
conservera y transformadora como de flota atunera congeladora, poniendo en
serio peligro la importante dimensión social de la industria atunera de la UE,
puesto que la misma genera más de 20.000 empleos directos y 54.000 empleos
indirectos en Europa, de los que España representa el 75%.
Para finalizar,
se les expondrán las acciones realizadas por el Observatorio
de la Trazabilidad, el cual desde su puesta en marcha ha
desarrollado importantes actuaciones para demandar la necesidad de disponer de
un verdadero level playing field, que
posibilite el que los operadores gallegos, españoles y comunitarios puedan
competir en el mercado de la UE en igualdad de condiciones con los productos de
terceros países, garantizando al consumidor el estricto cumplimiento de las
condiciones higiénico-sanitarias, medioambientales, sociales y de
sostenibilidad de la conserva de atún y su materia prima en base a unos mismos
estándares definidos por la normativa comunitaria.